El juicio del caso Maristas al exprofesor Joaquín Benítez por presuntamente abusar sexualmente de cuatro alumnos de 13 y 14 años en los cursos entre 2006 y 2010 ha quedado visto para sentencia este miércoles después de que el exdocente confesara dos de los casos y señalara que la congregación conoció uno de sus primeros abusos en 1986 y que se sintió "amparado" porque no le sancionaron.
Tras tres sesiones en la Sección 21 de la Audiencia de Barcelona, la Fiscalía ha mantenido este miércoles la petición de 22 años de cárcel para Benítez por dos delitos de abuso sexual continuado y dos de abuso sexual, mientras que la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona han mantenido sus solicitudes como acusaciones populares de 35 y 26 años de prisión, respectivamente.
La defensa ha recordado que Benítez "ha reconocido parte de unos hechos, y ha negado haber cometido otros", y ha señalado que la acusación de abusos de dos de las cuatro víctimas no tiene relevancia penal, por lo que ha pedido que su cliente sea condenado a ocho años de cárcel.
"No pueden ustedes imaginarse cuánto he deseado estar dentro de la prisión"
Joaquín Benítez ha pedido perdón al final del juicio del caso Maristas por cuatro casos de abusos sexuales afirmando: "Estoy profundamente arrepentido".
En su turno de última palabra este miércoles, ha insistido --llorando-- en que pide perdón porque está arrepentido "aunque no lo parezca" y ha asegurado que ha hecho un cambio de 180 grados en su persona.
Ha dirigido sus disculpas a las víctimas, a sus familias "que han sufrido todas las consecuencias que ha conllevado esta situación tan deshonesta", a las personas de su mundo profesional en el Colegio Maristas Sants-Les Corts.
También ha ratificado que Maristas conoció uno de sus primeros casos de abusos sexuales en 1986 declarando que "supieron realmente este caso" y que hay datos y pruebas de las personas que intervinieron.
Y ha apuntado que le han juzgado por lo que hizo pero que lleva "nueve años con una conversión profunda" en su interior tras hacer una introspección profunda de carácter espiritual, según ha dicho.
"No pueden ustedes imaginarse cuánto he deseado estar dentro de la prisión", ha manifestado, y ha dicho que su declaración no ha sido textualmente teatro.
"Declaración 'light', cínica, exhibicionista, narcisista, ególatra y falsa"
El fiscal Javier Faus ha señalado este miércoles la "enorme responsabilidad moral", además de civil, de la Fundació Champagnat --que gestiona los centros de la congregación-- por los abusos, y ha pedido la condena de Benítez, cuya declaración ha calificado de 'light', cínica, exhibicionista, narcisista, ególatra y falsa en ocasiones.
También ha advertido de que Benítez tiene altas probabilidades de reincidir cuando deje de estar bajo los "focos de la prensa y de la Justicia", ya que los forenses le definieron como una persona narcicista, con poca empatía, con ausencia de remordimiento y desviación psicopática, según ha detallado el representante del ministerio público.
El abogado de la Fundación Champagnat --que gestiona los centros de Maristas--, presente en el procedimiento como responsable civil susbidiaria, ha cuestionado que se den por verdaderas las manifestaciones de Benítez, recordando su perfil psicológico "narcicista y manipulador".
Ha calificado de ocurrencia las declaraciones de Benítez sobre Maristas y ha pedido "no hacerse eco de la intoxicacion que está tramando".
Sugiere que los tocamientos y una felación pudieron ser consentidos
La abogada de una de las víctimas ha lamentado este miércoles que la declaración del exprofesor no supuso una confesión y que su "intencionalidad ha sido hacer más daño" porque, tras reconocer tocamientos y una felación, sugirió que podría haber sido consentida al decir que el joven se quedó relajado.
La abogada de una segunda víctima ha acusado a los Maristas de tener un "pacto de silencio" con Benítez y ha recordado que los mossos dijeron en el juicio que los responsables del centro no les quisieron dar su nombre.
Un cabo de Mossos d'Esquadra explicó el lunes que cuando acudieron en 2011 a reclamar más datos sobre Benítez y su paradero, en el marco de una investigación, el director del centro de entonces se negó a proporcionárselos.
La representación de una tercera víctima ha considerado que están perfectamente acreditados los abusos a pesar de que el exdocente dijera que no los recuerda y el abogado de la cuarta víctima ha criticado la "actitud obstruccionista" de Maristas.
Además, ha acusado a los responsables de la congregación de ayudar a Benítez con "una salida por la puerta de atrás para evitar el escándalo" y facilitarle el cobro del desempleo.
Las penas solicitadas por las acusaciones particulares que representan a las cuatro víctimas de los abusos sexuales superan los 30 años.