El gravísimo problema del yihadismo radical en las cárceles españolas

Los centros penitenciarios españoles son uno de los principales focos de adoctrinamiento yihadista; hasta 257 presos se encuentran actualmente bajo seguimiento especial

18 de Febrero de 2019
El gravísimo problema del yihadismo radical en las cárceles españolas
El gravísimo problema del yihadismo radical en las cárceles españolas

Actualmente hay 134 presos en las cárceles españolas condenados por delitos relacionados con el yihadismo, pero la cifra no se queda ahí, sino que aumenta más aún. (Las últimas noticias sobre la banda terrorista yihadista desarticulada en Barcelona)

Para prevenir esta radicalización, dentro de las prisiones existen grupos de seguimiento y control compuestos principalmente por funcionarios. Este programa de tratamiento penitenciario es totalmente voluntario y lo ejecutan profesionales especializados en el campo de la psicología.

Así pues, uno de los grandes problemas en la sociedad actual es el fundamentalismo islamista en su vertiente más extrema: el terrorismo.

En España, los ataques por parte de yihadistas son de sobra conocidos y las sucesivas amenazas por parte del ISIS (Estado Islámico), como la que enviaron en forma de vídeo hace apenas unos meses, ponen el foco en este país para que sus células terroristas o lobos solitarios lleven a cabo su guerra santa.

De hecho, el territorio español se encuentra actualmente en Nivel de Alerta Antiterrorista (NAA) 4, el segundo más alto en la escala elaborada por un comité de expertos en la lucha terrorista y por la que se guía el Ministerio del Interior, solo por detrás del nivel 5.

La mayor parte de los terroristas que llevan a cabo sus atentados en el Estado español se radicalizan siendo residentes y llevando años viviendo en nuestro país. Uno de los principales puntos detectados, donde tienen lugar los procesos de radicalización, son las cárceles. (Los Mossos abortan un atentado yihadista contra Barcelona)

En ese sentido, el último episodio en salir a la luz ha sido el de la detención del yihadista Farid Mohamed Al Lal, un conocido integrista de 44 años de Ceuta que se radicalizó al entrar en esta cárcel en el año 2001.

Desde dicha fecha, ha llevado a cabo labores de adoctrinamiento y captación tanto dentro como fuera de prisión. En el año 2017 se produjo su último arresto, por tentativa de homicidio, y se le encontró además un dispositivo que albergaba cientos de vídeos sobre la yihad.

Si te dejas barba, te doy pasta

Farid Mohamed se aprovechaba de los presos más vulnerables, sobretodo de los que no tenían recursos económicos, a quienes ofrecía dinero si se dejaban barba, leían el Corán y cumplían sus órdenes.

A pesar de que solo llevaba un mes en libertad, el adoctrinador continuó con sus labores de auto adoctrinamiento, captación y entrenamiento para el combate para él y para otros individuos, en su mayoría jóvenes, a los que buscaba integrar en el DAESH.

No es el único caso que se ha producido de reclutamiento en prisiones españolas durante los últimos meses. Los centros penitenciarios de Madrid III (Valdemoro), Mansilla de las Mulas (León) y Morón de la Frontera (Sevilla) han sido protagonistas este mes por la detención de otros cinco reclusos, de origen marroquí, por radicalización yihadista en estas prisiones. Los reos entraron en la cárcel por delitos sin relación con el yihadismo y dentro del penal se adoctrinaron a través de un líder al que todos llamaban "Jefe".

Este líder era el que se encargaba de coordinar las diferentes actividades, repartir propaganda yihadista y amenazar a los miembros del grupo que deseaban alejarse de las prácticas de la célula. (Dos de los condenados por el 11-M captaban yihadistas desde prisión)

La principal operación yihadista

Pero la principal operación contra el yihadismo tuvo lugar en octubre de 2018, a través de la cual se desmanteló una red de radicalización en la que participaban 25 reclusos musulmanes, la mayoría encarcelados por actividades terroristas, en 17 distintos centros penitenciarios españoles.

Al tener prohibido el uso de teléfonos móviles y de Internet, se comunicaban a través de correo postal. (Los Mossos detienen a un sospechoso islamista holandés)

Este denominado “frente de cárceles” yihadista fue investigado y se detectó la presunta participación de dos de los condenados por los atentados del 11 de Marzo de 2004 en Madrid, Jamal Zougam y Hassan El Haski.

257 presos bajo vigilancia y poco personal

Una de las principales reivindicaciones por las que vienen protestando los funcionarios de prisiones desde hace tiempo es la falta de personal que sufren las cárceles dependientes del Ministerio del Interior. Un caso que también afecta a la vigilancia de potenciales yihadistas.

Actualmente, según los datos facilitados por la SGIP (Secretaría General de Instituciones Penitenciarias), en las cárceles que dependen directamente del Ministerio hay un total de 257 reclusos bajo vigilancia extrema por su vinculación o posible relación con el movimiento islamista.  (Motosierras para acojonar a los contrarios al terrorismo en Alsasua)