Isco Alarcón no ha perdido el buen humor a pesar de su situación en el Real Madrid. El futbolista malagueño considera que está en proceso de recuperar su sitio en el equipo blanco y lejos de enfadarse, mostró que acepta su suplencia con una sonrisa.
Las cámaras de El Día Después captaron a Isco durante el partido ante el Espanyol de Barcelona del pasado domingo dejando claro en el banquillo las razones por las que Solari no le pone: “No juego porque estoy malo”, bromeó con Luca Zidane.
Isco saltó al grito de “azulgrana el que no bote”
Las imágenes demuestran que se toma con filosofía su situación y que mantiene el buen humor a pesar de estar permanentemente en el banquillo. Ante el Espanyol, de hecho, no jugó ni un solo minuto después de estar calentando durante una buena parte de la segunda mitad. (La lista (con sorpresas) de los jugadores que se van del Real Madrid en 2019).
Por otro lado, Isco también bromeó con sus compañeros al escuchar los cánticos de la afición del Espanyol, hermanada con la del Real Madrid: “Azulgrana el que no bote”, cantaban periquitos y madridistas, a lo que Isco respondió botando en el banquillo. Al malagueño, entre risas, también se le unió Gareth Bale.
Estas imágenes son la prueba de que Isco no está enfadado por su situación, ni tan siquiera preocupado. Desde el club blanco apuntan a que lo sucedido tiene dos lecturas: la primera, que le dé igual y esté resignado a seguir así; y la segunda, que es consciente de que no está en condiciones de competir y necesita recuperar su mejor versión. El madridismo cruza los dedos para que sea la segunda… (¡El bombazo está servido! Hazard por Isco y 100 millones).