Pablo Iglesias, al más puro estilo Chicago años 20, ha amenazado a Abascal y Ayuso con la posibilidad de que se líe una guerra de bandas y los suyos se dediquen a manfestarse ante los comicilios de los líderes del PP y Vox.
El aviso a Díaz Ayuso y Abascal
El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, ha avisado este martes de que si se generalizan protestas como la que estos días están llevando a cabo "gente de derechas" contra algunos miembros del Ejecutivo, como es su caso, frente a sus domicilios, no se sabe "donde pueden acabar", y lo próximo pueden ser concentraciones "de gente de izquierdas" frente "al apartamento" de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, o la casa del líder de Vox, Santiago Abascal.
"Hoy es gente de derechas manifestándose en la puerta de mi casa. Mañana puede ser gente de izquierdas manifestándose en frente del apartamento de Ayuso, de la casa de los Espinosa de los Monteros o de Abascal", ha advertido en una entrevista en La Sexta en la que ha señalado que en lo que a él respecta, no se queja, porque "a la política hay que venir llorado de casa". (Ana Rosa Quintana más sincera que nunca: "El escrache a Pablo Iglesias fue una mierda")
En este sentido, el líder de Podemos ha afirmado que es "legítimo" que los políticos sean objeto de protestas, pero se ha mostrado preocupado por el riesgo de que se generalicen las concentraciones frente a las casas de los políticos, porque no se sabe hasta dónde pueden llegar.
"A la política hay que venir llorado de casa"
"Yo tengo costumbre de recibir muchos ataques, pero hay mucha gente que no tanto, y el problema es que esto se sabe por dónde empieza, pero no se sabe dónde acaba, y si esto se generaliza, y si al final todo el mundo entiende que la manera lógica de protestar es ir a casa de Ayuso, de Abascal, de Casado o de Espinosa de los Monteros, o a casa de periodistas que se convierten en referentes de opinión, entraríamos en una situación muy negativa", ha enfatizado.
Por ello, ha defendido que "hay que intentar que el derecho a la manifestación se proteja, pero evitando situaciones de crispación" y que "hay determinadas normas que es sensato cumplir", al tiempo que ha aclarado que él nunca ha defendido que la gente "vaya a casa de nadie".
"Otra cosa es que cuando uno tiene un cargo público, pues claro que tiene que asumir que la gente pueda protestar o que te puedan decir algo por la calle, como es normal, o que vayan a tu Ministerio o a la sede de tu partido o al lugar donde trabajas porque eso forma parte de la democracia", ha defendido. (¡¡Bochornoso!! Los tres gestos machistas de Pablo Iglesias con Mónica Carrillo en directo ¡¡Y las redes echan fuego!!)
En este sentido, ha afirmado que él no se va a quejar, porque "lo que venga, tendrá que venir", y ya asumió cuando entró en política "que las cosas nunca iban a ser fáciles y siempre van a ser complicadas. "A la política hay que llegar llorado de casa", ha enfatizado.
Abascal: "El vicepresidente del Gobierno amenazando...Ya me lo hicieron sus amigos de ETA"
El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha respondido a la bravata de Iglesias censurando haya indicado su domicilio como posible próximo objetivo de protestas de ciudadanos en casas de políticos.
"El vicepresidente del gobierno amenazando con mandar a su partida de la porra a nuestras casas. En mi tierra ya me lo hicieron sus amigos de ETA. Y aquí estamos", ha respondido poco después Abascal en un comentario publicado en su cuenta personal de Twitter.
También Espinosa de los Monteros ha reaccionado al aviso de Iglesias y ha adelantado que hace al vicepresidente del Gobierno "directamente responsable" de cualquier incidente que pueda producirse si se concentran manifestantes frente a su domicilio.
"Y me refuerza la convicción de que es un inepto al que el cargo le viene grande", ha dicho Espinosa de los Monteros sobre el vicepresidente del Gobierno.
Echenique: "Nuestros escraches los hacen gente humilde. Los otros, pijos pudientes y maleducados"
Y en este sainete faltaba la opinión de Pablo Echenique, que ha metido cucharada diferenciando los escraches de uno y otro bando. Unos son de "gente humilde" y otros de "pijos pudientes".
El portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, ha pedido este martes a las autoridades que actúen para evitar concentraciones como la que tuvo lugar este lunes frente a la vivienda del ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, porque "una cosa es el derecho de manifestación" y los escraches de "gente humilde a la que le han quitado la casa", y "otra muy distinta" es una protesta de "pijos pudientes y maleducados y algún que otro simpático neonazi".
"Una cosa es el derecho de manifestación y otra muy distinta es que fakeperiodistas de ultraderecha manden a pijos maleducados y agresivos a intimidar y acosar a tu esposa y a tu hija. Lo que no entiendo es por qué no actúan las autoridades", se ha preguntado en un mensaje en Twitter. (El pijo comunista Pablo Echenique señala públicamente a Ana Rosa Quintana: "¡¡Si hay un rebrote caerá sobre tu conciencia!!")
Asimismo, Echenique ha afirmado en otro mensaje que "el ir a por la familia de la persona a la que quieres amedrentar es un clásico de la mafia". "La gente de Podemos lo hemos sufrido desde el principio", ha asegurado.
Y sobre el término escrache, el dirigente de Podemos ha querido explicar en otro tuit, y ante las "erratas en algunos titulares", que para que una concentración frente a la casa de un político pueda ser denominada así, debe estar protagonizada por "gente humilde a la que le han quitado la casa", y no por "pijos pudientes y maleducados".
Escrache: "Concentración de gente humilde"
"Escrache: Concentración de gente humilde a la que le han quitado la casa y dejado en la ruina una panda de ladrones de cuello blanco. Lo de anoche: Concentración de pijos pudientes y maleducados y algún que otro simpático neonazi.
Los llamados escraches son una forma de protesta contra personas concretas que se realizan habitualmente frente a sus domicilios, que popularizó la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) a partir de 2013, cuando inició una campaña para señalar a determinados políticos y figuras públicas que consideraban responsables de los desahucios, como por ejemplo, la entonces vicepresidenta del Gobierno de Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría.